El fortín de Cornellà

19 04 2010

Cuando supimos que íbamos a tener campo propio y comenzamos a conocer el proyecto y los diseños de cómo sería, comenzó a extenderse la misma idea por toda la masa social: por fin tendríamos nuestra bombonera, por fin dejaríamos de jugar en campo neutral. Todos comenzábamos a pensar que el silencio de Montjuic se traduciría en ruido en nuestro nuevo Estadio. Que la soledad con la que jugaban los jugadores en el Estadio Olímpico se traduciría en compañía y arropamiento en el nuevo Estadio. En definitiva, que los jugadores iban a jugar mucho más cómodos y, por lo tanto, pocos puntos y partidos se escaparían de nuestro feudo.

Pero pienso que, ni en los más húmedos y optimistas sueños, pensábamos que iba a ser todo como está siendo durante este primer año. Las gradas están pegadas al campo y la acústica es brutal. Ya en el partido de inauguración contra el Liverpool y, sobre todo, en el primer partido oficial contra el Madrid, se pudo comprobar lo ensordecedor que podría ser y lo incómodo que jugaría el rival.

Sólo a falta de dos partidos para acabar la temporada en casa (Valencia y Osasuna) los números que se están obteniendo en Cornellà son de UEFA:

  • Sólo 3 partidos perdidos en Cornellà, en toda la temporada.
  • 4º equipo que menos goles ha recibido en casa (a pesar de los 7 goles recibidos entre el partido del Racing de Santander y el del R. Madrid)
  • 7 partidos seguidos sin perder en Cornellà (los 7 que llevamos en la segunda vuelta)
  • 7 partidos seguidos sin recibir ningún gol en casa (los 7 que llevamos de segunda vuelta)

El equipo en casa juega bien, cómodo y confiado. Los jugadores luchan, corren y se ayudan. Se juega con líneas adelantadas y presionando la salida del rival desde la defensa. El nuevo Estadio está siendo el fortín que todos pensábamos que terminaría siendo y se está ganando ese plus de puntos que en Montjuic no ganábamos.

Ahora sólo falta rematar la faena cuando jugamos fuera de casa, donde el equipo no sabe a qué jugar, no se siente cómodo y juega con nervios y ansiedad. Pero confiemos en el futuro, es el primer año y el equipo todavía es muy joven.