«Don’t feed the troll»

4 01 2016

Supongo que muchos de vosotros cuando erais niños también lo hacíais. Entre otras muchas gamberradas de niño, una de mis favoritas era descolgar el teléfono, marcar un número aleatorio y hacer rabiar al que había al otro lado. A veces inventándome una tontería, a veces simplemente con el silencio. Mis vecinos y yo nos íbamos turnando y cambiábamos estrategia. Pero siempre había una cosa común, si la persona al otro lado rabiaba repetíamos número de teléfono, a veces incluso de forma inmediata. Si veíamos que no se enfadaba y/o nos seguía la corriente, ese número de teléfono ya no lo repetíamos.

Años más tarde, ya de adolescente, en casa fuimos víctima de la misma broma. Un familiar mío cogió el teléfono y estalló. ¿Resultado? volvieron a llamar, volvió a cogerlo el mismo familiar y les dijo de todo. Así varias veces, hasta que me acordé de cuando era pequeño y cogí el teléfono yo. Les seguí la broma y se acabaron las llamadas. No había rabia, no había gracia, no había diversión.

Esto es lo que hoy en día se conoce como Don’t feed the troll. Cuando buscas la provocación ya sea mediante el insulto, la manipulación o las mentiras, la respuesta sólo conduce a la retroalimentación. La provocación ha surtido efecto y la próxima vez se repetirá.

Hace ya bastante tiempo que decidí que no entraría al juego sucio que la maquinaria mediática afín a los culés provoca cada vez que no ganan un derby. Al principio entraba al trapo a todos los foros y discusiones que se me ponían por delante, incluso me divertía, pero ya me cansé de ser cómplice de seguir alimentando a la bestia, de alimentar al troll. Todavía me sigue costando no entrar ante tanta basura y juego sucio que generan, pero no quiero seguir alimentando al troll. Las primeras veces hace gracia ver al troll difamar, pero ya es cansino. Y mientras menos respuesta reciban, menos gracia hará la «broma» y más solos se quedarán.





Gran temporada decepcionante

17 05 2011

Sí lo sé, el titular puede sonar un poco ambiguo, pero es tan ambiguo como los sentimientos que tengo por la temporada que acaba de terminar (sí, queda todavía un partido, pero para nosotros ya ha terminado) y como los sentimientos que, seguramente, tienen la gran mayoría de pericos. Ha sido una gran temporada pero con una sensación final de decepción y fracaso que es inevitable sentir.

Si hace 9 meses, en el mes de agosto, con la temporada por comenzar, nos dicen que íbamos a estar gran parte de la temporada en puestos europeos, incluso durante muchas semanas en puestos Champions, que íbamos a hacer una gran primera vuelta, que íbamos a estar jugándonos la clasificación europea con Sevilla y At. Madrid y que perderíamos todas las opciones en la penúltima jornada de liga… Si hace 9 meses nos dicen esto, casi todos los pericos hubiésemos dicho que era una gran temporada. Con nuestro presupuesto, con la situación económicamente tan delicada que tenemos y sin grandes cracks, la hubiésemos catalogado de una temporada muy buena. Pero como se dice: «y si mi abuela tuviera ruedas sería una bicicleta». En esta vida nada es absoluto, todo es continuo y relativo y todo cambia en función del tiempo y las circunstancias.

La primera vuelta fue increíble e ilusionante para todos. La pasamos entera en las alturas, incluso muchos partidos en Champions y generando una distancia con los puestos que no daban opción a Europa de hasta 8 puntos. En este momento, todo cambia. Los planes, propuestas y expectaciones de inicio de temporada se resetean y esperamos algo más, lo que el equipo nos ha enseñado que se puede conseguir. Queremos Europa, soñamos con Europa, podemos con Europa. Pero después de una gran primera vuelta, la directiva decidió atacar por la espalda y vender a dos titulares de la defensa: Víctor Ruíz y Dídac Vilà, enviando un mensaje a afición y, principalmente, a los jugadores de que la clasificación Europea era lo que menos les importaba. Cuando cualquier otro equipo apuesta por mantener el bloque o reforzarlo, ellos apostaron por debilitarlo. Eso sumado a la plaga de lesiones ha resultado en una segunda vuelta decepcionante y desilusionante donde, jornada tras jornada, perdíamos todas las opciones por clasificarnos para Europa.

Al final hemos terminado donde la directiva quería, fuera de Europa, lo que le da a ellos la tranquilidad y excusa para poder vender a jugadores importantes por cuatro duros (como ya nos tienen acostumbrados) y decirnos, por n-ésima vez, que la temporada que viene será una temporada de transición, una «travesía por el desierto». Tanta mediocridad no debe ser buena. Tanta improvisación no es buena. Por eso, a pesar de todo, el sentimiento de decepción cada vez es mayor. Por eso estoy cabreado y me siento engañado, estafado y menospreciado por esta directiva. Por eso creo que con esta directiva no llegaremos nunca a ninguna parte. Han conseguido grandes cosas para nuestro club, pero también han conseguido demostrarnos que son una directiva mediocre sin ningún tipo de ambición. El desierto está siendo demasiado largo y cualquier día no encontraremos ningún oasis.

No necesito títulos para ser feliz. No necesito ganar 20 títulos en un micro-segundo para sentirme orgulloso de mi equipo. Sólo necesito lucha y ambición, algo que esta directiva no tiene. Sólo quiero transparencia de lo que pasa en el club, que no se nos engañe siempre. Por eso, aunque sé que es difícil, vuelvo a decir: DIRECTIVA DIMISIÓN !!! Queremos gente preparada y con ambiciones.





Directiva de segunda

28 01 2011

Siempre he sido muy crítico con nuestra directiva y he pedido que necesitamos un cambio y aires frescos. Dani llegó con un objetivo y lo ha conseguido con creces (tenemos campo nuevo, ciudad deportiva, dos copas y una final de UEFA), pero hoy me siento engañado y mentido por esta directiva. Como si me tomansen por tonto.

En verano, cuando se vendió a Pareja se dijo que era necesario para saner la tesorería y que necesitábamos una venta por temporada para cuadrar el presupuesto. Puede gustarte más o menos, pero bueno se aceptó. Económicamente no era malo del todo y teníamos a Víctor Ruíz para suplir con garantías. Pero se dijo que no harían falta más ventas.

A medida que se iba acercando el mercado de invierno iban creciendo cada vez más los rumores de una venta, lo que avisaba que algo se cocinaba. Mientras más cerca, más fuerte sonaba que el candidato era Víctor Ruíz, que finalmente se ha vendido por 6 millones al Nápoles. Habrá gente que pensará que 6 millones están bien y otros que es un negocio muy malo por un central que en pocos meses se puede convertir en uno de los mejores centrales de España. Tal y como nos lo han vendido, yo soy de los que piensan que «prefiero un Espanyol sin Víctor, que un Víctor sin Espanyol». También pienso que con Jordi Amat, no tenemos de lo que preocuparnos. Pero la pregunta es «¿porqué vendemos si ya nos dijeron con Pareja que con esa venta no hacía falta?». Y nos lo vuelven a repetir, con la venta de Víctor no hace falta vender a nadie más.

Pero entonces es cuando viene la traca final y sin avisar se vende en cuestión de horas a Dídac Vilà por 4 millones + variables al Milan. Teniendo en cuenta que, a día de hoy, es un lateral zurdo justito el negocio no es tan malo venderlo por 4 millones un jugador que no debería dar muchos problemas substituirlo. Pero el problema es, ¿porqué se nos miente? ¿Porque tan poca información clara en todo? ¿Porqué cada jugador es el último, pero siempre viene otro? ¿porqué se venden dos titulares a mitad de una temporada que, precisamente, habría que mimar al equipo? ¿porqué no esperamos a final de temporada?

O nos lo saben explicar muy bien porqué han hecho las cosas como las han hecho, o se ha cubierto de gloria una directiva que cada vez tiene más detractores.





Faltando el respeto a nuestro club. Esta vez se superan.

25 11 2010

Ya es sabido como los medios de comunicación catalanes nos ignoran por completo, obviando en ocasiones nuestra existencia, incluyendo, lamentablemente, medios de comunicación públicos como la TV3, en la que ha llegado a haber lunes donde parecía que nuestro equipo no había jugado, al no hablar de nuestro resultado en la sección de deportes. Pero como he dicho siempre, peor para ellos, cada vez es menor el número de pericos que consumen estos medios de comunicación.

En los últimos años, también se ha puesto de moda la manipulación malintencionada de ciertos hechos o declaraciones (todavía recuerdo la manipulación realizada ante la famosa frase de Dani de quien ríe el último ríe mejor)  o el aprovechar los momentos más dulces del equipo para sacar a relucir trapos sucios que nunca salen a relucir cuando el equipo va mal (deudas, juergas de los jugadores o affaires internos del club o la directiva). Como si molestase de alguna forma que el Espanyol vaya bien deportivamente.

Pero, lo sucedido esta semana, creo que supera cualquier límite conseguido hasta el momento. En la edición del Mundo Deportivo de esta semana, aparecía el pequeño texto que hay al final de este post, donde hablaba de los famosos gritos contra el equipo rival que se realizan en los partidos del Espanyol (gritos que se vienen realizando desde la época de Sarrià, pero que parece que ahora son novedad y pillan por sorpresa…) y, como el que no quiere la cosa el editor de este texto escribe: «Desde los primeros instantes arreciaron los insultos al Barça y Catalunya«, y se queda tan pancho.

Parece una inocente frase, pero que tiene una acusación tan grave como que en Cornellà se lanzan insultos contra Catalunya. Algo que es absolutamente mentira, ya que esto es algo que ni pasa, ni nunca ha pasado en nuestro campo. Se ha podido insultar a TV3, a los medios de comunicación e, incluso a partidos políticos, pero a Catalunya nunca se ha insultado. Básicamente porque el aficionado perico es catalán. Esta acusación es tan grave como la semilla que planta. En el fondo da igual quién haya dicho esto y qué haya dicho, lo grave de la situación, es que habrá mucha gente que se creerá que en Cornellà se insulta a Catalunya. Con esta afirmación se ha hecho (querido hacer) un grave daño a la imagen del Espanyol, dando una imagen del aficionado perico, totalmente falsa y alejadísima de la realidad.

Pero, por si este texto no fue suficiente, Mundo Deportivo ha publicado un comunicado hoy donde pide disculpas si ha herido la sensibilidad del aficionado perico, pero en ningún momento se desdice de lo escrito aquí: «Y lamenta haber herido susceptibilidades por el contenido de su artículo del miércoles.» Lo cual los hace más sospechosos de la intencionalidad de dicha acusación.

fuente: pericosonline.com





Desgaste

21 12 2009

Se me ocurrió ir al campo una fría noche de diciembre y el RCD Espanyol me lo agradeció deparándome el partido más soporífero de la temporada. Y el más desagradable.

Con la excusa de que si le juegas a fútbol al Barça te mete cuatro, se dedicaron a no jugar, a empujar, atropellar, patear e insultar. Si los demás equipos optan por la misma opción, el Barça durará tres domingos antes de caer asesinado.

No es eso. Se juega y se gana o pierde, pero no se sale, deliberadamente, a impedir el juego. Y no se hace porque los que pagamos no vamos a ver cómo un energúmeno le pone la plancha a Piqué en el medio del campo. Vamos a ver fútbol, jugadas trenzadas de ambos equipos y goles, a ser posible.

Me alegró ver a Iniesta llevarse la pelota al córner, como hacía Kubala, cuando faltaban tres minutos. Sólo los superclase se atreven con eso. Fue un recuerdo muy bonito.

Por cierto, a ver si este año el RCD Espanyol juega con esa agresividad contra el Real Madrid. Normalmente le suele jugar como un filial.


Podría decirle a este hombre que un equipo que tiene alrededor de 10 ocasiones de gol en una segunda parte no es un equipo que sale a destruir fútbol. Podría decirle que un equipo de fútbol que tiene cerca de un 50% de posesión de balón durante gran parte de la segunda parte no es un equipo que sale a destruir fútbol. Podría decirle que si no le gusta ver cómo un jugador le hace la plancha a Piqué en el centro del campo, tampoco creo que le guste ver cómo Ibrahimovic se merece la expulsión pegándole un codazo a Chica (o cómo, en el derby del año pasado, otro energúmeno – como él dice – , lesionó a Ángel para el resto de la temporada). Pero no se lo diré porque como no vi el partido, mi opinión sobre el derby está basada en lo que escuché por COM Ràdio y no me gusta opinar sobre lo que no he podido ver, porque probablemente mentiría.

También podría decirle que si no ve a un jugador perder el tiempo en el banderín de corner desde la época de Kubala, es que poco fútbol ha visto desde entonces. También se le podría decir que si para él jugar al fútbol es dejarles todos los espacios posibles al Barcelona (o cualquier otro gran equipo) para que te meta, al menos, 4 ó 5 goles, es que no entiende de fútbol. O que si no entiende que las necesidades (deportivas y anímicas) de un equipo que lleva 5 partidos perdiendo y con un coladero por defensa son diferentes a las de un equipo en racha, es que poco sabe de fútbol. Pero tampoco se lo diré, porque suficiente tiene con no saber de fútbol.

Por último, se le podría explicar que el Espanyol, históricamente, siempre ha plantado cara y ganado más partidos al Madrid que al Barcelona (algo que ya se publicó en el diario donde él escribe). También que, el Espanyol, sólo lleva 4 – 5 años plantándole cara al Barcelona porque, hasta entonces, le tenía miedo escénico. O que, posiblemente, si el Espanyol no emplea esa misma agresividad contra el Madrid que contra el Barcelona es porque no la necesita, porque siempre le ha sido más fácil ganarle o, como mínimo, plantarle cara. O, incluso, que durante muchos años gran parte de la afición nos quejábamos que al Madrid (u otros grandes) se le plantaba cara, pero cuando tenían al Barcelona delante les entraba el miedo en el cuerpo. Pero qué se le puede decir a una persona que opina de un equipo sin ver sus partidos y sin saber cómo juega.

Así que, sólo le diré que la próxima vez que quiera mentir sobre un equipo que, al menos, se digne a ver sus partidos, a saber cómo llega a un partido y saber qué necesidades tiene. Que después, las tonterías que escribe, hay gente que se las cree y tenemos que escuchar lo que tenemos que escuchar.

Fuente | Desgaste – Mundo Deportivo





La leyenda urbana continúa

13 09 2009

Espanyol

Un año más se ha demostrado que nuestro campo es el mini-Santiago Bernabeu. Un año más se ha demostrado que los pericos no somos más que merengues disfrazados que nos ponemos rayas azules para pasar disimulados por la Catalunya culé. Un año más ha quedado demostrado que el Madrid, cuando viene a nuestro campo, juega casi como en casa. Y todo esto se demostró ayer.

Lo demostramos cuando todo el campo pitamos al Madrid cuando dieron su alineación por megafonía. También lo demostramos con la pitada que se llevó el equipo cuando saltó al césped. Posteriormente con la pitada que se llevó Cristiano Ronaldo o Raúl, también demostramos lo merengues que somos. Cuando Pareja le hizo la primera entrada a Crisitano Ronaldo y el público la aplaudimos, también quedó patente que el sentimiento perico es una máscara del sentimiento merengue. También quedó demostrado cuando cada vez que la afición merengue animaba a su equipo, nosotros, los supuestos pericos, silvábamos o animábamos al Espanyol mucho más fuerte.

Pero, por si acaso había dudas, decidimos demostrarlo una vez más de forma más clara. Con el segundo gol del Madrid, un sector merengue comenzó a celebrarlo. Desde la afición supuestamente perica se les comenzó a reprochar, hasta que uno de estos aficionados nos obsequió con un gesto, a ambas manos, levantando sólo el dedo corazón. A partir de ese momento, comenzaron los reproches, los insultos, lanzamientos de objetos a los aficionados del equipo rival e incluso le vaciaron una botella de agua. Así, hasta que todo terminó con seguridad llevándose al personaje en cuestión.

Hace tiempo los medios de comunicación comenzaron a difundir esta gran mentira basada en información fuera de contexto con el único objetivo de hacer daño a nuestra imagen. Muchos años después todavía hay incultos que siguen haciendo la bola más grande y difundiendo la mentira con la misma razón: seguir haciéndonos daño. Gracias a Dios, ahí estamos nosotros para demostrar que las cosas no son así. Ahora hace falta que que la gente lo quiera ver y los medios de comunicación deshagan el daño que hicieron hace mucho tiempo.